Empatía, cuando queda expuesto en que nos hemos convertido.

La naturaleza humana sorprende para mal o para bien. Las personas que confían en el potencial positivo del ser humano, pueden crear la esperanza. En medio de una crisis sin precedentes y plagada de sufrimiento, nos encontramos en una encrucijada, solo aquel que vivió o padeció con algún familiar o por si mismo sabe lo difícil que es conllevar este virus. No por la enfermedad en si, sino por todo lo que rodea, los prejuicios, la discriminación, etc.

La pandemia mundial en la que nos encontramos transitando, aquí en este lugar, en lo mas recóndito del planeta, al sur del sur, va dejando muchos interrogantes. La Antropóloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora del Conicet, Ana María Llamazares,  «reconoce que el paradigma de la modernidad generó la creencia de que las personas viven en un mundo estable, sólido, firme, material y previsible; con certezas y control garantizados. La antropóloga observa que se trata de una ilusión que se desmorona con la pandemia, pero sin embrago los seres humanos se aferran a ella. Y el individuo se pregunta: “¿Cómo que no podemos seguir haciendo lo que queremos y teníamos planeado? Salir, viajar, seguir con la vida normal».  A esa pregunta sugiere que las personas sienten herido su ego y se responden: “¡No puede ser!”

En un primer momento solo nos enteramos que en el continente Asiático surgió un virus. El 31 de Diciembre la Organización Mundial de la Salud reporta los primeros casos de neumonía detectados en Wuhan (China) y que se dieron entre el 12 y 29 de diciembre del 2019, según las autoridades de salud de ese país. Era para nosotros una noticia que solo pasábamos por alto.

En el transcurso del mes de enero, el Virus migró a distintos continentes y mirando de lejos, veíamos como cada país se desmoronaba con la cantidad de casos y como se desbordaron los sistemas de salud.

Desde aquel 31 de Diciembre, pasaron dos meses hasta que el virus llegó a Argentina, luego de generar preocupación y miles de infectados en varios países de Europa, Asia y América.

¿Porque es importante tener en cuenta esta pequeña cronología de como llego a nuestro país? Porque gracias a Dios podríamos haber observado con el diario del lunes el comportamiento de las personas. Las decisiones políticas y sanitarias no se tienen en cuenta en esta editorial porque esta lejos de cualquier ciudadano común alguna decisión al respecto. El ser humano piensa, razona y actúa y esto es lo que nos diferencia de los animales y nos convierte en los mas inteligentes del planeta.

Pero a la hora de pensar en el otro ¿lo hacemos realmente? ¿o no vemos mas allá de nuestra nariz?, o nos demuestra que en todo el planeta, pudimos observar características del comportamiento del ser humano en si, como saco lo mejor y peor de nosotros.

Hoy al Virus ya lo tenemos en la cuenca y pasó un largo tiempo desde aquél 31 de Diciembre a la fecha en donde tuvimos la oportunidad de ver el diario del Lunes, ver lo que paso en cada país en donde hizo estragos el COVID 19. Si pudimos ver todo eso, nos preguntamos: ¿por qué aun, al día de la fecha hay gente que todavía lo desafía?, ¿por qué al día de la fecha hay gente que piensa que todo esto es solo un sueño y que no le tocara?, ¿por qué al día de la fecha buscamos al culpable de porque uno se contagia?

Debemos entender que los casos de COVID 19 ya dejaron de ser solo números, empezaron a ser gente conocida, rostros familiares, vecinos. Ya dejó de ser esa noticia que veíamos tan lejana, de otro país, del centro de la Nación.

La empatia es la participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona. Es el otro. Lamentablemente esta palabra tomo significado en muchísimas personas y en otras solo logró que sea de palabras y no en hechos.

Una profesional de 28 de Noviembre fue como voluntaria a la ciudad de Rio Gallegos, fue por EMPATÍA, por querer perfeccionarse por si las cosas se ponían mal en nuestra localidad, pensando en el otro. Ella se contagió, se dio cuenta que no fue en el hospital donde estaba a cargo de 26 pacientes de COVID positivo, trabajando entre 12 a 16 horas diarias, culminando con el rostro marcado por el barbijo, y llega a la conclusión de que el virus en La Ciudad Capital está por todos lados. Aún así hay gente de nuestra localidad que no cree que le toque. Ahora ¿Le dimos las gracias? ¿La aplaudimos a las 21 horas como se hacía al principio?. ¿Valoramos al personal de salud que no ha parado desde el mes de febrero?. ¿Destacamos el tiempo que emplean fuera de su labor para estudiar sobre este virus totalmente nuevo? ¿Los vamos a culpar porque se contagiaron? ¿Nos pusimos a pensar que cada uno de ellos tiene familiares al igual que nosotros?

No hace muchos días atrás, el Director de Terapia Intensiva del H.R.R.G. solicito una reunión con el COE de dicha ciudad para solicitarles que tomen otras medidas ya que con solo pedirle a la gente un compromiso social de cuidarse y cuidar al otro no estaba dando resultado, que si seguían así iba a ser catastrófico. Todos vimos fotos de gente en la costanera de Rio Gallegos disfrutando de la hermosa temperatura del día, fiestas clandestinas, etc.

Rio Gallegos, El Calafate, Puerto Natales y Punta Arenas todos con casos COVID-19 positivos; nos deja a la clara que estamos rodeados por este virus y sabíamos que en algún momento iba a ingresar a la cuenca, y es acá donde me detengo al destacar al COE de ambas localidades, porque con muchos errores que podemos discutir lograron que hasta el día de la fecha sean muy pocos los casos y no tuvimos ninguno de gravedad.


Se percibe que será muy difícil para los gobiernos tanto nacional como provincial y municipal plantear nuevas cuarentenas estrictas con cierre de actividades económicas. En su lugar las autoridades seguramente deberán gestionar un nuevo pacto social, que permita que cada ciudadano se empodere y tome medidas de responsabilidad individual frente a la crisis sanitaria. Menuda tarea tendrán los gobernantes en el país de la grieta, donde es moneda corriente el reclamo de una suerte de “libertad individual”, divorciada en muchos aspectos del bienestar colectivo o comunitario. Difícil es la tarea cuando pasamos por muchísimos días de restricciones en la vida que teníamos. Pero la realidad de todo esto es que la única forma de detener el avance del virus depende netamente de nosotros, de seguir las reglas y PENSAR EN EL OTRO.

Hoy no debemos buscar culpables, ni señalar con el dedo a nadie, ni atacar con prejuicios, ni PENSAR utilizarlo con fines políticos, porque NADIE esta exento de poder contagiarse, el virus no es selectivo. La herramienta que tenemos hoy en la cuenca es aislarnos, sino lo hacemos por nosotros aunque sea pensemos en aquel que la puede pasar muy mal: un abuelo, una persona que sea factor de riesgo, etc. No te olvides que podes ser vos y no lo sabes.

Desde nuestro medio deseamos pronta recuperación a las personas que están afectadas por este virus y aliento a todos aquellos que comenzaron su aislamiento preventivo. Todo este tiempo pudimos ver en el mundo como actúa la sociedad cuando el COVID-19 se encuentra en su lugar de pertenencia, no seamos iguales, no saquemos lo peor del ser humano, mantengamos la escencia de la vida: servir al otro y hacer el bien, apoyemos al vecino, acompañemos que de esta salimos todos juntos.

Fuerza a toda la Cuenca, esto sera pasajero y pronto podremos continuar con nuestra vida como lo veníamos haciendo.

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