
Luego de la polémica marcha del 12-O por la reapertura de los comercios y en otros casos en contra de las políticas implementadas en el marco de la Pandemia por Coronavirus, la vecina Marisol Godoy comento la situación económica por la que atraviesan sus dos negocios.
En primer lugar, Godoy remarcó que se movilizó lejos de un interés político «me movilice junto a mis hijos y los empleados por la reapertura comercial. Tenemos la confitería Jopesh en la terminal de ómnibus y desde el 20 de marzo está cerrado».
Asimismo, la empresaria comentó que junto a su esposo tras un sueño que llevó 10 años de «juntar peso por peso, pudimos abrir el Instituto Gastronómico de las Américas. En enero nos mudamos a la planta baja de la Cámara de Comercio e hicimos una inversión importante para acondicionar todo ese espacio, las clases comenzaban en el mes de abril y ocurrió lo de la pandemia».
En el medio de la crisis sanitaria y la situación comercial de tener ambos negocios en el limbo «mi esposo sufre de un infarto al miocardio debido a toda la preocupación porque no teníamos ninguno de los comercios abiertos y 10 empleados con sus familias. Durante todos estos meses vendimos todo lo que teníamos y pudimos pagar los sueldos, pero no de lo que generaba nuestros comercios sino de nuestros ahorros y cosas que teníamos», expresó Godoy.
Parte del dinero utilizado para abonar los haberes de sus empleados «eran ahorros de nuestros hijos que lo terminamos usando para pagar sueldos, indemnizaciones, impuestos que no cesaron. No llegar a fin de mes, abrir el placard y ver qué más vendemos. Escuchamos a la gente que dice que por esta marcha muchos se van a contagiar. Salimos con todas las medidas yo necesito salir a trabajar y que la gente entienda que el virus está en la ciudad y hay que aprender a convivir», remarcó.
Si bien durante el mes de agosto el IGA abrió sus puertas, no duró más de un mes y medio que nuevamente se tuvo que cerrar debido al brote por conglomerado. «Presenté todos los protocolos que se presentó en todas las filiales. La escuela estaba preparada para trabajar con 24 alumnos y sólo estamos con 9 alumnos por curso. No estamos haciendo curso para cocineritos».
Tras haberse declarado a Caleta Olivia como zona de transmisión comunitaria, Godoy deberá implementar nuevas medidas en la escuela gastronómica.
Fuente: elcaletense.net