Las peores horas transcurren para la familia y allegados de Marisol Andrea Bustos, la mujer santiagueña de 35 años que estaba desaparecida desde hace más de una semana y cuyo cuerpo fue encontrado este sábado enterrado, quemado y mutilado en un descampado.
«Teníamos tanta fe que te íbamos a encontrar con vida», lamentó Yanet Cáceres, una de las sobrinas de Marisol, en un desgarrador descargo en su perfil de Facebook. La joven recordó a su tía con una anécdota, a la vez que relató que, este sábado al mediodía, previo al hallazgo del cuerpo, estaban organizándose con su familia para salir a buscarla y pegar volantes.
Marisol, madre de cuatro hijos, estaba desaparecida desde el pasado viernes 30 de octubre, cuando salió de su casa en el barrio Bosco II a bordo de una bicicleta y desde ese momento, nadie volvió a saber de ella. Ocho días después, la Policía detuvo a la última persona que la vio con vida, Andrés Alejandro Juárez, de 29 años, hijo de un allegado de la víctima.
Al ser interrogado, confesó el femicidio y apuntó al lugar dónde enterró, quemó e intentó desmembrar el cuerpo, enun descampado en Circunvalación, entre Solís y Lavalle.
«Minutos antes de tu noticia ya habíamos prepado todo para salir a buscarte una vez más. Cada uno sabía con quién ir y para dónde ir, porque nos íbamos a dividir, unos iban a buscarte, otros salíamos a pegar volantes. Pero no pudo ser…«, escribió Cáceres en la red social.
A continuación, expresó: «No te imaginas el dolor que dejaste, ya sé que nos vas a sufrir más. Descansá en paz. Aquí nosotras hacemos justicia por vos tía. No vamos a parar hasta que paguen por lo que hicieron, te quitaron la vida sin ningún derecho».
A partir de los resultados de la autopsia, las fiscales a cargo del caso, Silvina Paz y Judith Díaz, intentaban establecer con precisión la mecánica del asesinato y develar si Marisol estaba muerta, o aún viva, cuando el femicida la quemó.
En dos allamientos, realizados en la tarde este sábado, en la casa del sospechoso y en la de su padre, un hombre de 57 años conocido como «Pila» Juárez, donde encontraron la bicicleta de la mujer. Con ésta última prueba, buscaban establecer si Juárez tuvo cómplices y pese a su confesión, quieren certezas sobre la autoría del hecho.
