De El Calafate a Ucrania para defender a su patria.

N. A.

Taras tiene 40 años y viajará a su país natal para unirse al Ejercito.

El vecino Calafateño llego a nuestro país en el año 2001, detrás de su padre que había probado la búsqueda de un nuevo horizonte en esta parte de mundo. Su padre integró un grupo de trabajadores que participó de la ampliación de un reconocido hotel de la villa turística de El Calafate.

Así, los Kuzmín conocieron esta parte de la Patagonia. Unos 4 años después vinieron la madre y el hermano menor de Taras. La familia se radicó en esta ciudad, logrando una nueva vida.

El padre Kuzmín volvió a la ciudad de Odesa, Ucrania, hace 4 años. Ahora padece las secuelas de un ACV.

Hoy, Taras maneja un remís, que comparte con su hermano Nazar. La invasión rusa a su país lo mantiene alerta y aunque viva en El Calafate, lejos de las bombas, no está en paz. “Yo no duermo tranquilo”, le dijo a Señal Calafate.

En la charla con este medio, Taras confirmó que su decisión es “muy fuerte”. En horas más tomará un vuelo a Buenos Aires, y desde allí prevé subir a un avión que lo devolverá a su país, previa escala en Alemania y Polonia.

Quiere llegar a Odesa, su cuidad natal, donde está su padre, en sillas de ruedas, y su abuela, pero no sabe si podrá recorrer todo el camino. Depende de los movimientos militares.

Se presentará a su ejército, del que formó parte antes de migrar a la Argentina. El sargento de reserva dejará el fin del verano calafateño para meterse en la fría guerra invernal de su país, y resistir el avance ruso. “Putín no contaba con que íbamos a estar tan unidos, es la primera vez”, le comentó a un periodista de Señal Calafate.

Su hermano Nazar también piensa en viajar, pero en semanas más, cuando pueda juntar dinero. Al soldado ucraniano, vecino de El Calafate, le cuesta exponerse públicamente, pero agradece. Taras ya recibió ayuda de amigos y conocidos. “Me ayudó gente que no son amigos”, dijo.

“Sé a que voy y lo que puede pasar, mi decisión es muy fuerte”, aseveró Taraz Kuzmín, uno de los 200 mil hombres que están volviendo a combatir. La decisión de ir a la guerra es compleja porque aquí deja a su madre. “Ella respeta mi decisión, es muy difícil”, dice el hombre al que más de un vecino le ha dicho que se quede en la paz de El Calafate. Pero solo un Kuzmín lo entiende.

Aunque con deficiencias, los rusos avanzan sobre sus ciudades, su cultura, sus familiares, sus amigos, su historia, en definitiva, sobre su patria.

Para ayudar a la vuelta de los hermanos Kuzmín a su país, iniciaron una campaña, disponiendo de una cuenta bancaria para quien quiera ayudar económicamente, siendo los datos: Alias CUPULA.NUCLEO.PATIN CBU 0860025702800028726539

Fuente: Señal Calafate.

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