El nuevo paradigma de atención de la salud, dispone un Dispositivo Territorial Comunitario y tiene bien presente que la primera escucha ante la demanda del sujeto en crisis, siempre es una persona no profesional. Tras la intervención, el profesional puede realizar una segunda escucha. El tendido de una red de contención para prevenir suicidios, implica que todos podemos intervenir como comunidad, de diferentes maneras, como adultos responsables, como ciudadanos. De eso se trata el Trabajo Comunitario.
La Lic. Karina Maya, es Coordinadora del Equipo Técnico del Centro de Día «El Árbol», de Río Turbio. La profesional explica que «a partir de la premisa de que la salud mental no es cosa de locos, es cosa de todos, tenemos que reflexionar sobre este nuevo paradigma y tenemos que asumir el deber de implicarnos como agentes comunitarios».
La profesional expresó «en forma individual, a veces sin saber, estamos interviniendo». Además agregó «es fundamental tener una escucha activa, que no se practica mucho, y estar atentos en todos los ámbitos, demostrar el interés y que la otra persona así lo sienta». Maya pone especial importancia en mantener una comunicación práctica empática, «ayudar a la otra persona en situación de crisis no es solo por un factor, es un conjunto de factores biológicos, psicólogos o étnicos que produjeron que esta persona se encuentre en ese estado o esté atravesando estas situaciones de angustias».
Desde el equipo de abordaje de la crisis, destacan la importancia de «saber cómo intervenir, y de hacerlo con cuidado y realizar una primera intervención» y agregó «después, los profesionales serán quienes brinden el tratamiento adecuado». En esa línea, la profesional expresó «todos somos ideales en el momento que podemos contener a alguien, lo no ideal es cuando no intervenimos».
Para finalizar, la profesional remarcó «los miembros de la comunidad nos debemos comprometer en que la salud mental es importante para todos».
