Rubén Delgado, secretario de convención del partido, analizó los desafíos internos y el proceso de reconstrucción política en una entrevista radial.

La autonomía de los comités, la fractura por la alianza con SER y la necesidad de mayor cohesión marcan una etapa clave para el radicalismo santacruceño, que busca rearmarse con transparencia y estrategia de cara al futuro.
La Unión Cívica Radical de Santa Cruz atraviesa una etapa de introspección y redefinición tras la ruptura con Cambiemos y su reciente acuerdo electoral con SER. En diálogo con FM La Voz de la Cuenca, el secretario de convención Rubén Delgado repasó los hitos y tensiones que marcaron el presente del partido, desde la autonomía otorgada a los comités locales en la convención de Puerto San Julián hasta la formalización de la alianza con SER en Puerto Deseado, que generó una fuerte grieta interna.
Según relató Delgado, el acuerdo con SER —que le otorgó a la UCR la cabeza de lista para diputados provinciales— no fue bien recibido por todos los sectores, y derivó en un proceso de fragmentación, con referentes como el intendente de Puerto San Julián optando por sumarse a Por Santa Cruz. La división demandó más de un año y medio de negociaciones para encauzar las diferencias y volver a encontrar puntos de unidad.
En este contexto, Delgado remarcó la importancia de fortalecer los mecanismos institucionales del partido, como la realización de convenciones anuales, que permitan mantener informados a los afiliados y evitar decisiones unilaterales. También subrayó que el radicalismo debe construir una estrategia clara para las próximas elecciones y robustecer la comunicación interna para evitar nuevas fracturas.
Con un escenario político cambiante y con identidades en reconfiguración, la UCR de Santa Cruz enfrenta el desafío de reconstruirse desde el diálogo, la transparencia y el compromiso con su militancia.