Vecinas, organizaciones sociales y agrupaciones feministas se movilizaron para exigir el fin de la violencia de género. La jornada incluyó reflexiones, testimonios y un fuerte llamado a la empatía y el compromiso colectivo.

En una jornada marcada por la fuerza, la memoria y el reclamo, la comunidad de 28 de Noviembre se movilizó en el marco del movimiento Ni Una Menos, con una marcha que partió desde la Plaza Martín Miguel de Güemes y recorrió las calles con carteles, cánticos y un mensaje claro: basta de violencia de género.
La convocatoria reunió a vecinas, organizaciones sociales, agrupaciones feministas y personas autoconvocadas, que se unieron en un mismo grito colectivo para visibilizar las injusticias que aún persisten y exigir políticas públicas eficaces, justicia para las víctimas y contención real para quienes atraviesan situaciones de violencia.
Previo al inicio de la marcha, la compañera terapéutica Nancy Contreras tomó la palabra y brindó una sentida reflexión sobre el rol de la comunidad en el acompañamiento y la escucha activa. “Acompañar, contener y escuchar puede salvar vidas. No se trata solo de denunciar, sino de estar realmente presentes”, expresó, convocando a construir una red más humana y empática.






El espacio también permitió que otras voces se sumaran: en un micrófono abierto, varias personas compartieron testimonios, pensamientos y vivencias, haciendo de la movilización un acto profundamente personal y colectivo a la vez. Cada palabra, cada historia, se convirtió en parte del reclamo por un presente libre de violencias.
La marcha fue, además de una denuncia firme, un acto de memoria por las víctimas de femicidio, y de esperanza en una sociedad más igualitaria. “No queremos que esta lucha se recuerde solo un día al año —dijeron—, sino que sea un compromiso constante. Porque ninguna violencia debe ser tolerada, y porque vivas, libres y sin miedo nos queremos”.
La movilización concluyó entre aplausos, abrazos y una convicción renovada: la lucha feminista en 28 de Noviembre está viva, organizada y decidida a no retroceder.