El boom de la inteligencia artificial (IA) ha disparado el consumo de energía y las emisiones de carbono de las grandes tecnológicas, en tanto que su existencia implica procesar inmensas cantidades de datos con máquinas de alta capacidad. Pero no todos los modelos de IA generativa tienen el mismo consumo. Un grupo de investigadores ha tratado de saber cuáles son las más contaminantes y cuáles los más eficientes. La conclusión: los modelos más pequeños (los que han sido entrenados con menos parámetros) pueden llegar a contaminar 50 veces menos que los grandes, pero sus respuestas son menos precisas, y viceversa. A mayor precisión, más polución.
Los modelos de IA más poderosos contaminan hasta 50 veces más que los pequeños
