El gremio docente pidió al Gobierno provincial y al CPE que se suspendan las actividades escolares ante la ola polar, las fallas en la calefacción, la falta de agua y los riesgos por el estado de calles y rutas.

Las bajas temperaturas extremas que afectan a toda la provincia de Santa Cruz encendieron la alarma dentro del ámbito educativo. En las últimas horas, la ADOSAC (Asociación de Docentes de Santa Cruz) solicitó la suspensión total de las clases presenciales, argumentando condiciones climáticas adversas y graves problemas edilicios que afectan tanto a estudiantes como a docentes.
Desde el gremio manifestaron que muchos establecimientos presentan serias fallas en los sistemas de calefacción, una situación crítica en el contexto de la ola polar. También denunciaron que, debido a las bajas temperaturas, numerosas cañerías de agua se escarcharon, lo que provocó cortes de suministro y falta de higiene en hogares y escuelas. Esta situación dificulta mantener condiciones mínimas de salubridad para el desarrollo normal de las actividades escolares.
El reclamo también incluye la preocupación por la circulación en rutas y calles, donde la presencia de nieve, escarcha y hielo representa un peligro concreto para el traslado de docentes, alumnos y personal no docente, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso.
Desde ADOSAC fueron contundentes:
“Las condiciones edilicias y las inclemencias climáticas ameritan suspender las clases y monitorear la situación”.
También señalaron que en otras provincias del país ya se tomaron medidas similares, y que Santa Cruz no puede desentenderse del impacto que el clima está teniendo sobre la infraestructura escolar y las familias.
Finalmente, exigieron al gobierno de Claudio Vidal y a las autoridades del Consejo Provincial de Educación (CPE) que actúen de manera preventiva y suspendan las clases hasta que se estabilice la situación climática, evaluando constantemente el panorama en cada localidad.