En un sector que antes era utilizado como basural, una familia de 28 de Noviembre decidió cambiar la realidad del lugar: plantaron árboles, pintaron cubiertas y decoraron su vereda, inspirando a otros vecinos a hacer lo mismo y fortaleciendo el sentido de pertenencia al barrio.

En los 700 Lotes de 28 de Noviembre, un grupo de vecinos viene marcando la diferencia con acciones concretas que reflejan compromiso, amor por su entorno y un profundo sentido de pertenencia. En una zona que hasta hace poco tiempo era un basural, hoy comienzan a verse espacios verdes, árboles jóvenes y un colorido paisaje que nació del trabajo y la iniciativa comunitaria.
El matrimonio Corrías fue uno de los impulsores de esta transformación. Con creatividad y esfuerzo, comenzaron a limpiar el terreno, pintar cubiertas, plantar árboles y colocar flores, utilizando materiales reciclados y sin gastos adicionales. “Un día le dije a Sebastián si me podía pasar la máquina, y a la tarde ya estaba acá ayudando. Así empezamos a acomodar todo. Ahora lo que nos falta es un poco de tierra negra para que crezca el pastito, porque hay mucha piedra”, comentó el vecino.
La iniciativa rápidamente llamó la atención de quienes pasan por el lugar, generando admiración y motivando a otros residentes a sumarse. “Nosotros lo hacemos porque nos gusta ver el frente de casa limpio y lindo. Ojalá sea contagioso, que todos los vecinos planten un arbolito al frente, así el barrio se ve más verde”, agregó su esposa, quien se encarga del cuidado diario de las plantas y los riegos.



Hasta el momento, ya plantaron más de seis árboles en su vereda y continúan trasplantando ejemplares que ellos mismos recuperan o reciben como donaciones. Además, otros vecinos, como la familia Armendari, se sumaron a la propuesta, extendiendo el cambio a lo largo de la cuadra.
La transformación del sector demuestra que con voluntad, trabajo comunitario y amor por el lugar donde se vive, es posible mejorar los espacios públicos y generar un entorno más agradable para todos. En tiempos donde “todo cuesta”, este gesto vecinal se convirtió en un ejemplo de compromiso y esperanza para toda la comunidad de 28 de Noviembre.