XXI edición de «El Mundo en la Cuenca» revive sus orígenes en Río Turbio.

El tradicional evento cultural se celebrará los días 11 y 12 de octubre en el Centro Cultural Renato Nestiero Maré. Con un enfoque en la historia y tradiciones de los países participantes, la fiesta busca volver a sus raíces, destacando el legado de los inmigrantes y ofreciendo una experiencia única de intercambio cultural.

La XXI edición de «El Mundo en la Cuenca» promete ser un homenaje a los orígenes de esta emblemática fiesta multicultural, que nació en 1963 y fue recuperada en 2001. Este año, el evento, que se llevará a cabo los días 11 y 12 de octubre en el Centro Cultural Renato Nestiero Maré de Río Turbio, busca resaltar la historia y tradiciones de los países participantes, con la intención de recordar por qué esta celebración fue creada hace más de 60 años.

Con 11 stands confirmados, representando a países como Paraguay, Siria, Japón, Francia, Chile, México, Alemania, Bolivia, España e Italia, los organizadores han hecho especial hincapié en que los asistentes no solo disfruten de las comidas típicas, sino que también conozcan las historias y costumbres de cada nación a través de presentaciones y relatos de los inmigrantes que llevaron estas tradiciones a la Cuenca Carbonífera.

El evento dará inicio el viernes 11 a las 12:00 con la apertura oficial y el esperado Patio de Comidas, donde los asistentes podrán degustar platillos tradicionales de los países representados. A las 19:00, comenzarán los espectáculos artísticos en el escenario del Centro Cultural, donde se presentarán números que reflejan la música y danzas típicas de las naciones participantes. Además de la gastronomía y los números artísticos, los organizadores han pedido a cada stand que cuente con un expositor que hable sobre las raíces culturales de su país, para que los asistentes puedan aprender sobre las tradiciones que los inmigrantes trajeron consigo a esta región.

Este año, «El Mundo en la Cuenca» busca no solo celebrar la diversidad cultural, sino también educar y conectar a las nuevas generaciones con las historias de los inmigrantes que forjaron la identidad multicultural de la Cuenca Carbonífera.

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