En la mañana de este sábado, la Reina Máxima Zorreguieta y su familia arribaron al Aeropuerto “Cte. Armando Tola” de El Calafate a bordo de un lujoso jet Bombardier Global 5000, matrícula argentina. La familia real de los Países Bajos, compuesta por el Rey Guillermo Alejandro y sus hijas Catalina Amalia, Alexia y Ariane, fue recibida bajo estrictas medidas de seguridad.

El avión aterrizó a las 11:01, y se desplegó un operativo de custodia para garantizar la privacidad de la realeza. El descenso se realizó de forma discreta, evitando la presencia de curiosos, mientras la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) montaba un dispositivo especial en el aeropuerto.

Desde el aeropuerto, la familia fue trasladada en camionetas hacia una lujosa estancia ubicada en las cercanías de El Calafate. Aunque no trascendió el itinerario específico, se sabe que la familia real permanecerá tres noches en la región.
Durante su estadía, podrían disfrutar de las maravillas naturales de la zona, como el Glaciar Perito Moreno y los paisajes únicos de la Patagonia argentina, antes de partir el 24 de diciembre hacia San Carlos de Bariloche.
En Bariloche, la familia pasará la Nochebuena y Navidad en Estancia Pilpilcurá, una exclusiva propiedad ubicada a 75 kilómetros de la ciudad. Este lugar, de lujo y privacidad absoluta, es la residencia que la familia real adquirió años atrás para disfrutar de sus visitas a la Argentina.
Máxima Zorreguieta, de 53 años, nació en Buenos Aires y mantiene un vínculo especial con su país de origen. Desde 2013, ocupa el cargo de Reina Consorte de los Países Bajos, tras la ascensión al trono de su esposo.
La última visita de Máxima a la Argentina fue en septiembre de este año, lo que demuestra su interés por mantener la conexión con su tierra natal. En esta ocasión, su regreso a la Patagonia refuerza su aprecio por los paisajes argentinos, compartiéndolos con su familia.
Fuente:AhoraCalafate