La iniciativa conjunta entre la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y el INPRES refuerza el monitoreo sísmico en el sur argentino y posiciona a la Cuenca Carbonífera como un punto estratégico para la investigación geológica.

En un paso significativo para la investigación científica y la prevención de riesgos naturales en el sur del país, quedó formalmente inaugurada la Estación Sismológica UNPA-UART en la estancia Stag River, un proyecto clave desarrollado por la Unidad Académica Río Turbio (UART) de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, en articulación con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).
Del acto participaron autoridades locales y académicas, entre ellos el intendente de Río Turbio, Darío Menna, y el decano de la UART, ingeniero Andrés Prato, quienes coincidieron en destacar el impacto estratégico de esta nueva infraestructura para el desarrollo científico de la región.
La estación, equipada con tecnología de última generación, permitirá la recolección y transmisión de datos en tiempo real sobre la actividad sísmica. Esta información será fundamental para fortalecer la vigilancia tectónica en la región patagónica, una zona que, si bien no presenta alta sismicidad como otras áreas del país, requiere monitoreo constante por su complejidad geológica.


La colaboración con el INPRES —organismo nacional de referencia en materia de prevención y estudio sísmico— garantiza que los datos obtenidos se integren a la red nacional de monitoreo, aportando al conocimiento general sobre la actividad del subsuelo argentino y contribuyendo a la elaboración de políticas de prevención y planificación territorial.
Desde la Municipalidad de Río Turbio y la UNPA se subrayó el valor institucional y comunitario de esta iniciativa. “Este tipo de proyectos no solo incrementan nuestra capacidad técnica para responder ante fenómenos naturales, sino que también fortalecen el arraigo del conocimiento científico en la Cuenca Carbonífera”, expresó el intendente Menna.
Por su parte, el decano Andrés Prato destacó el carácter formativo del proyecto: “Esta estación se convierte en un laboratorio a cielo abierto para nuestros estudiantes y profesionales, además de ser una herramienta concreta para el cuidado del territorio”.
Con esta nueva estación, la Cuenca Carbonífera se posiciona como un enclave clave en la red de monitoreo sísmico nacional, abriendo también nuevas posibilidades para la formación técnica, la investigación universitaria y la vinculación científica con otros centros del país.