El mal uso de los dispositivos no es solo cuestión de tiempo, sino de intensidad, frecuencia, dependencia y consecuencias. Dos estudios, uno que publica JAMA este miércoles y otro auspiciado por la Organización Mundial para la Salud (Health Behavior in School-aged Children, HBSC), analizan los efectos de las pantallas en la población más vulnerable a las mismas: la adolescencia. El primero relaciona las tendencias adictivas a redes, móviles y juegos con ideas y comportamientos suicidas, así como con futuros problemas mentales. El segundo trabajo cifra en un 11% los menores que ven alteradas sus vidas de forma sustancial por teléfonos, ordenadores y consolas y en un 32% aquellos que corren el riesgo de traspasar la frontera al uso problemático.
Un estudio asocia la alta adicción a las pantallas con ideas suicidas y problemas de salud mental en menores
