
En 1997, cuando Juan Ignacio Cirac era aún un joven investigador, trabajó en la publicación de un artículo científico sobre computación cuántica. Pero cuando vio que se iba a titular Tecnología cuántica, ¿sueño o pesadilla?, declinó participar porque esa investigación aseguraba que construir un ordenador cuántico era “imposible”. Casi 30 años después, y con miles de millones invertidos en hacer esa “pesadilla” realidad, el investigador reflexiona: “Como científicos, no podemos decir que algo es imposible”.
