Nuevo aumento de combustible a partir del 1 de abril.

La noticia no es alentadora para los conductores: a partir del próximo 1 de abril, se confirmó un nuevo aumento en el precio de los combustibles. La razón detrás de esta subida radica en el incremento de los impuestos en los hidrocarburos, una medida que se prevé que tenga un impacto directo en la inflación. Con la nafta premium ya superando la barrera de los $1.000, los bolsillos de la población enfrentarán un nuevo golpe, ya que los combustibles volverán a aumentar después de las vacaciones de Semana Santa, añadiendo más presión al costo de vida del mes de abril.

Este incremento, previsto desde febrero, se enmarca en la decisión del Gobierno de descongelar los impuestos a los combustibles con el objetivo de obtener una recaudación tributaria anual cercana a los 3.000 millones de dólares, equivalente al 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Según datos de las estaciones de servicio, a partir del próximo mes, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) aumentarán en un 34,8%, acumulando un incremento del 376,61% desde el inicio del año.

En términos concretos, los impuestos a la nafta aumentarán $29,96 en todo el país, y al gasoil, $20,39. La excepción será la región patagónica, exenta de estos tributos por su condición de productora de los recursos. A mediano y largo plazo, la estrategia gubernamental apunta a una liberación casi total del mercado, permitiendo que los refinadores adquieran el petróleo a valores internacionales y que esto se refleje en el precio final.

A pesar de este panorama, las ventas de combustibles han experimentado una caída del 16% en promedio a nivel nacional entre diciembre y febrero, lo que ejerce cierto freno sobre los aumentos de precios. Sin embargo, el desafío económico persiste, ya que la subida de los combustibles impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos y agrega una presión adicional sobre la economía en general.

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