
El plan – aprobado por unanimidad-, contiene los insumos necesarios para la toma de decisiones en relación al funcionamiento, uso y mantenimiento de la reserva y es a la vez un instrumento flexible y dinámico que podrá ajustarse a futuro a los cambios en el estado de los recursos utilizados, el conocimiento científico y técnico disponible y la situación social y política de la localidad.

El instrumento aprobado recupera iniciativas desarrolladas a lo largo de más de 10 años por decenas de profesionales de distintas instituciones y organismos e integrantes de la Reserva – el primer Plan Preliminar de Gestión se realizó en 2012-, que permitieron recabar información y sentar las líneas de base necesarias para su culminación.
El equipo que arribó al documento definitivo fue dirigido por el Mg. Pablo González, director de la Escuela de Recursos Naturales de la unidad Académica Río Turbio de la UNPA; codirigido por la Dra. Claudia Guerrido, docente de la misma sede y coordinado por Laura Estrampes, responsable de la Reserva Laguna Nimez. La revisión técnica estuvo a cargo de la Lic. Laura Malmierca, referente de la Administración de Parques Nacionales.
Participaron también en las distintas fases de la elaboración del Plan – además de otros/as integrantes de la UART, la Reserva y la APN- referentes del IMHICIHU-CONICET y la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA; el CIT Santa Cruz (UNPA- UTN- CONICET) y el Club de Observadores de Aves de El Calafate.
La Reserva Natural Municipal Laguna Nimez conforma junto a la Bahía Redonda el denominado ‘Humedal Calafateño’ y está compuesta por un sistema de lagunas, aguas surgentes, pastizales inundables, juncales, una porción representativa de la estepa patagónica y la costa aledaña del Lago Argentino. Es importante para la localidad porque protege y conserva ecosistemas naturales y una gran diversidad de avifauna.
Asimismo, es un espacio de esparcimiento, bienestar, aprendizaje, educación ambiental y disfrute de la naturaleza tanto para residentes de El Calafate y público visitante, como eco turistas nacionales y extranjeros y es además el hábitat natural de más de 100 especies de aves que utilizan sus aguas y los terrenos circundantes para alimentarse, reproducirse o parar en su trayecto migratorio.
El mayor atractivo es un sendero autoguiado de 2,5 kilómetros – con 20 paradas interpretativas de la flora y fauna autóctonas, con guías para la observación e identificación de las aves- que recibe anualmente la visita de alrededor de 25 mil personas de diferentes lugares de la provincia, el país y el mundo.