La empresa provincial «Santa Cruz Puede», bajo la dirección de Gustavo Sibori, exreferente del Ejército, lleva adelante un proyecto de tala responsable en zonas delimitadas de la Cuenca Carbonífera.
El Gobierno de Santa Cruz puso en marcha un proyecto para activar un aserradero móvil que aprovechará de forma sostenible especies nativas como el ñire y la lenga en distintas áreas de la Cuenca Carbonífera. A cargo de esta iniciativa se encuentra la empresa estatal Santa Cruz Puede, dirigida por el teniente (R) Gustavo Sibori, quien fue convocado por el gobernador para liderar este plan productivo.
El proyecto cuenta con el aval legal del Consejo Agrario Provincial (CAP), que mediante la resolución pública N°140 otorgó el permiso de cosecha de especies específicas en sectores claramente identificados de la cuenca del río Turbio. Sibori explicó que se trata de un trabajo realizado con total transparencia y control técnico, asegurando que “todos los árboles autorizados para extracción ya están geo-referenciados y fueron evaluados por expertos”.
Sibori aclaró que Santa Cruz Puede no es una empresa estatal tradicional, sino una Sociedad Anónima Unipersonal (SAU) con el 100% de sus acciones en manos del Estado provincial, creada por ley y regida por el marco legal de la ley de sociedades comerciales. La empresa cumple tareas de auditoría y control, mientras que la extracción técnica es realizada por una firma con experiencia específica, bajo supervisión del CAP.
Consultado por las preocupaciones sociales respecto a la deforestación, Sibori fue enfático: “No se trata de arrasar los bosques, sino de una tala racional autorizada, trazada y sustentable. Todo lo que hacemos está respaldado legalmente y a disposición del público para su consulta”. Además, destacó que las especies forestales pertenecen al Estado provincial, aunque se requiera la autorización de los titulares de las tierras para su acceso, como en los casos de predios municipales.
El gobernador de la provincia ya había visitado la zona el año pasado junto al intendente de Río Turbio, mostrando su compromiso con esta iniciativa. “Esto es cumplir con una promesa, algo que muchas veces no ocurre en política”, destacó Sibori. También señaló que los ciudadanos pueden consultar el detalle del proyecto y su marco normativo en la web oficial de la empresa (santacruzpuede.com) o solicitar la resolución al Consejo Agrario.
En cuanto al impacto laboral, el aserradero móvil generará alrededor de 10 empleos directos en la Cuenca, mientras que en Río Gallegos se prevé instalar una planta de producción que empleará a unas 20 personas más. Parte del material recolectado también será aprovechado como insumo en la futura planta de alimentos balanceados para ganado, otra de las promesas del gobernador que ya está en vías de ejecución.
“El objetivo es dar valor agregado a nuestros recursos naturales, impulsar el trabajo privado y diversificar la matriz productiva. No es una amenaza, es una oportunidad”, concluyó Sibori, asegurando que Santa Cruz Puede cumple con los principios de ética, legalidad y rendición de cuentas previstos por su propia ley de creación.
